VIENTO SALVAJE

20.50


El libro que recuerda, 20 años después, aquel “Trágico fin de milenio en la montaña”.

El libro que recuerda, 20 años después, aquel "Trágico fin de milenio en la montaña"

Premio Jacint Verdaguer 2019 Mejor libro de narrativa de montaña en lengua catalana.

Viento salvaje es la crónica intensa del episodio de ventisca que asoló los Pirineos, de forma brutal y repentina, durante los últimos días del año 2000: de los excursionistas que se vieron atrapados alrededor de la cima del Balandrau y de los equipos que intentaron su rescate. El viento, la nieve y una bajada brusca de las temperaturas provocaron la tragedia de montaña más importante que se recuerda en el Pirineo catalán.

Jordi Cruz, meteorólogo, investigó aquellos sucesos años después en las hemerotecas y entrevistó a quienes fueron sus protagonistas, familiares o amigos. A través de su testimonio logra tejer el relato, hora por hora, de aquellos días y sus noches. El resultado no es solo un libro de montaña sino, sobre todo, la historia de carne y hueso de quienes padecieron aquel «Trágico fin de milenio en la montaña».

Un libro que nos enseña que nunca debemos subestimar la fuerza de la Naturaleza.

FERRAN LATORRE

Ficha técnica

  • Páginas: 240
  • ISBN: 978-84-122831-0-5
  • Dimensiones: 14 x 21 cm.
  • Formato: rústica con solapas.
  • Número: 21

Prensa

  • NONSTOP > Viento salvaje, de Jordi Cruz [22 enero 2021]
  • LA VANGUARDIA > Supervivientes del feroz torb recuerdan los hechos 20 años después [28 diciembre 2020]
  • EL NORTE DE CASTILLA > ‘Viento salvaje’, el libro que recuerda la peor tragedia de los Pirineos cuando se cumplen 20 años del gran temporal [7 diciembre 2020]
  • SER Aventureros (radio) > Entrevista con el autor, Jordi Cruz (min. 8 y 30) [5 diciembre 20202]
  • EL CONFIDENCIAL > “Fue como estar en el Everest a menos 40 grados” [3 diciembre 2020]

 

YA DISPONIBLE LA 2ª EDICIÓN.

Categoría:

Description

No, aquella nieve era ventisca. La maldita ventisca, que levantaba la nieve de las cumbres de los Pirineos y se la llevaba a centenares o incluso a miles de metros de distancia, para dejarla caer encima suyo. Era el viento, el mismo viento que los zarandeaba desde hacía horas y que, a causa de la falta de visibilidad y de la desorientación, los había empujado hacia el torrente de Fontlletera.