EN ISLAS EXTREMAS

22.00


Un hermoso libro de memorias sobre vivir en los límites, sobre la capacidad de la naturaleza para renovar la esperanza y restaurar la vida.

Un hermoso libro de memorias sobre vivir en los límites, sobre la capacidad de la naturaleza para renovar la esperanza y restaurar la vida.

La propia autora, Amy Liptrot, regresa desde Londres a la granja en las islas Orcadas (Escocia) donde pasó su infancia. Sin embargo, y después de una década viviendo al límite en la ciudad —hasta perderlo todo, atrapada y vacía por sus adicciones—, no encuentra un espacio en la isla ni en sus recuerdos donde recuperar el control de su vida. Será solo después de nadar por las mañanas en las frías aguas del mar, de rastrear la vida silvestre de las aves y buscar durante la noche la aurora boreal, cuando Amy descubra que vivir rodeada por el mar, la tierra, el viento y la luna puede renovar su esperanza y restaurar su vida. En islas extremas es un libro de memorias hermoso e inspirador.

Una ópera prima espléndida… En islas extremas es una suerte de diario personal de las Orcadas —su geología sobrenatural y su historia mística—, desde la perspectiva excepcional de alguien que es a la vez nativa y extranjera en aquellas tierras.

NEW YORK TIMES BOOK REVIEW

Ficha técnica

  • Páginas: 272
  • ISBN: 978-84-947471-2-0
  • Traducción: María Fernández Ruiz.
  • Dimensiones: 14 x 21 cm.
  • Formato: rústica con solapas.
  • Número: 3

Prensa

  • LECTURAFILIA > En islas extremas [3 ABRIL 2020]
  • LA LÍNEA DEL HORIZONTE > Tratado de geología personal [5 JULIO 2018]
  • ABC CULTURAL > Cómo la naturaleza restaura vidas [15 JUNIO 2018]
  • HUFFINGTON POST > Volver a la naturaleza de la mano de los libros [6 ABRIL 2018]
  • BLOGS CULTURAMAS > Nuevas editoriales que prometen [20 MARZO 2018]
  • LOS LIBREROS RECOMIENDAN > En islas extremas, de Amy Liptrot [22 ENERO 2018]
  • EL DESCODIFICADOR > En islas extremas, Amy Liptrot [7 DIC 2017]
  • CULTURAMAS > En islas extremas, Amy Liptrot [25 NOV 2017]
Categoría:

Description

No sabía lo que pasaría al dejar de beber, cuando me lancé a un futuro incierto. No sabía que regresaría a las Orcadas. No sabía que mi mayor deseo sería oír el reclamo estridente del rey de codornices. No sabía que empezaría a nadar en el mar y a tomarme más en serio escribir. No sabía que ascendería sola por una colina escarpada en la isla más remota del país en medio de un vendaval a principios de enero, golpeada por la espuma de las olas. Pero tenía que darme la oportunidad de descubrirlo.