Description
No había nada que hacer más que esperar a que llegase la primavera, a que los cálidos vientos del sur derritiesen toda la nieve que quedaba en los bosques y secaran las carreteras. Entonces, los hombres saldrían a esos bosques para borrarlos, para cortar todos los árboles que pudieran, como un viaje atrás en el tiempo: matarían los árboles viejos y plantarían vástagos que tardarían noventa, cien, a veces ciento cincuenta años en madurar.