Description
Al otoño siguiente fui con él a cazar urogallos. Era el mes de octubre y los montes ya estaban espolvoreados de nieve. Iba a buscarlo a su casa cuando todavía era de noche, y desde lejos veía en la puerta un punto rojo que de vez en cuando se volvía más vivo, como un ojo de gato sobre el que incidiera el fulgor de una estrella: era su cigarrillo, y detrás estaba él, de pie, preparado, con la escopeta y el macuto a la espalda.